A partir de 2006, antes de que la burbuja hipotecaria llegara a su punto máximo, en Valencia y en toda España empezaron a comercializarse las hipotecas multidivisa: un préstamo hipotecario suscrito en moneda extranjera, de alto riesgo, sobre el que no se informó debidamente a las miles de personas que se acogieron a esta opción con la confianza de que saldrían beneficiados por el cambio de moneda en el pago de su hipoteca.
Lo que no les explicaron es que, como así fue, corrían el riesgo de que la cuota mensual, y también el capital pendiente de pago, aumentaran exponencialmente, a medida que el euro se depreciaba con relación a las monedas extranjeras en las que estaban suscritas esas hipotecas. Así, en Valencia nos hemos encontrado casos de afectados por hipotecas multidivisa en los que la cuota mensual y la deuda de los hipotecados llegó casi a duplicarse, con la imposibilidad para muchas personas de seguir haciendo frente a su hipoteca, al mismo ritmo al que el yen o el franco suizo ganaba valor con respecto al euro.
Desde 2015, y especialmente en los últimos meses, venimos viendo sentencias en los tribunales que dan la razón a los afectados por este producto financiero derivado, equiparable en el modo en que fue contratado a las participaciones preferentes. La última la conocíamos esta misma semana: una sentencia contra Catalunya Banc que obliga a la entidad a eliminar de la hipoteca la cláusula multidivisa y a establecer el Euríbor como referencia, además de devolver a los afectados las cantidades cobradas de más desde la firma de su hipoteca en 2006.
En otros casos, la existencia de la cláusula multidivisa ha sido suficiente para que el juzgado sobresea una ejecución hipotecaria, al entender que ese procedimiento de ejecución se ha iniciado por la existencia de esta cláusula abusiva. En muchos casos, no obstante, los hipotecados se han visto obligados a recurrir tras ser su demanda desestimada en primera instancia, lo que ha convertido en muchos casos su lucha en una carrera de fondo.
¿Cómo funcionan las hipotecas multidivisa y cómo se comercializaron?
A grandes rasgos, la hipoteca multidivisa es un tipo de préstamo hipotecario que pese a pagarse en euros está suscrito en moneda extranjera (tiene un contravalor, por ejemplo, en yenes o francos suizos), en los que la cuota mensual y el capital pendiente de pago dependían del tipo de cambio y del tipo de interés referenciado a la divisa en cuestión (en el caso del Yen, por ejemplo, al Libor Yen).
De este modo, los hipotecados dependían tanto de la evolución de un tipo de interés ajeno como del tipo de cambio de la divisa en la que estuviera suscrita su hipoteca. Y desconocían cuál sería cada mes la cuota de su hipoteca, que en muchos casos se duplicaron en poco tiempo.
Las hipotecas multidivisa empezaron a comercializarse en un momento en que tanto el valor de esas divisas extranjeras como su tipo de interés de referencia eran notablemente más bajos que el euro y el Euríbor; lo que en ese momento hacía que se vieran reducidas las cuotas mensuales de sus hipotecas, que aumentara el capital que amortizaban cada mes y se redujeran los intereses. Hasta que esa situación se invirtió cuando el euro comenzó a depreciarse en relación a esas divisas.
En muchos casos, al contratar o refinanciar su hipoteca nadie les advirtió de que tanto la cuota mensual como la deuda dependerían de un tipo de interés ajeno y del tipo de cambio. No les informaron de que se trataba de “un instrumento financiero derivado” y “complejo” que debería haberse comercializado siguiendo lo establecido en la Ley del Mercado de Valores, tal y como sostiene el Tribunal Supremo en la sentencia que dictó hace ahora un año. Igual que ocurrió con las participaciones preferentes, los empleados de las entidades bancarias omitieron aquella información que podía haber puesto a los clientes sobre la pista del riesgo que suponían las hipotecas multidivisa y las comercializaron sin tener en cuenta que el perfil de los hipotecados les impidiera comprender su complejidad.
Demandas y sentencias contra las hipotecas multidivisa
Especialmente a partir de esta sentencia del Tribunal Supremo, cada vez es más frecuente ver que las demandas contra las hipotecas multidivisa acaban en un reconocimiento de la estafa en los tribunales, que terminan con sentencias en las que se da la razón a los hipotecados y se obliga a las entidades bancarias a eliminar la cláusula multidivisa de las hipotecas, a la vez que a devolver las cantidades cobradas de más si se compara con una misma hipoteca que tomara como referencia el Euríbor.
Los argumentos más habituales de los jueces a la hora de condenar a los bancos suelen ser:
- Que se trata de un producto financiero muy complejo
- Que los contratantes no recibieron la información necesaria para entender este producto, su funcionamiento y sus riesgos
- Que la única información con la que contaban en muchos casos era la que aparecía en la escritura de su hipoteca: no se les facilitó folleto informativo, ni una simulación sobre los riesgos del producto, ni oferta vinculante
- Que los empleados que comercializaron las hipotecas multidivisas no solo no informaron debidamente, sino que omitieron aquellos detalles perjudiciales para el banco
- Que, tal y como ocurrió con las participaciones preferentes, no se tuvo en cuenta el perfil de los clientes, en la gran mayoría de los casos sin conocimientos financieros
La demanda por hipotecas multidivisa a las entidades bancarias ha permitido ya a muchas personas recuperar el dinero que durante años pagaron de más. También oponerse a una ejecución hipotecaria en el momento en que reciben la demanda del banco. Como abogados bancarios en Valencia, le animamos a plantearse esta vía. Estamos a su disposición para resolver cualquier duda que tenga sobre su caso y para estudiar sus opciones.